Que ver y hacer en Chiang Mai con niños (o sin ellos)

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Chiang Mai: información general

Chiang Mai es la ciudad más grande e importante del norte de Tailandia, y es capital de la provincia que le da nombre. Con cerca de 1.2 millones de habitantes, ya te puedes hacer a la idea de esta ciudad es bastante extensa.

Uno de los principales alicientes de esta ciudad son los innumerables templos (más de 300 dicen) y por todas partes se pueden encontrar vestigios (como los restos de la muralla que la rodeaba) de su importante pasado,  con foso incluido. Todo un desafío, imagino, para los que quisieran adueñarse de la ciudad. Pero como suele ser habitual, la muralla quedó integrada en el paisaje urbanístico, ya que la ciudad creció mucho más allá del muro.

Muchos templos decíamos, y además entre ellos cuenta con algunos de los más famosos del país:Wat Phra That Doi Suthep, Wat Phra Singh, Wat Chedi Luang.

Otro motivo para visitar esta ciudad es la cercanía del famoso parque nacional  Doi Inthanon, de imponentes paisajes aunque exigua fauna y que cuenta con la mayor altura del país,  donde hay se ubican dos pagodas, la del rey y la de la reina (así nos dijeron que se llaman).

Los templos

Seguramente una de los principales motivos por los que se visita esta ciudad sea visitarlos templos, y es que Chiang Mai cuenta con más de 300 como ya hemos dicho, y por tanto en dos o tres días se me hace difícil que alguien pueda visitarlos todos. Como suele ser habitual, nos dedicamos a visitar aquellos que aparecen en las guías como principales.

Wat Phra That Doi Suthep

El Wat Phra That Doi Suthep es uno de los templos más sagrados y famosos de Tailandia. Se encuentra en una montaña a unos 15 km de Chiang Mai y se puede llegar en coche, en motocicleta o en una excursión organizada. La leyenda cuenta que el templo fue construido en el lugar donde un elefante blanco llevó una reliquia sagrada hasta la cima de la montaña. La estructura principal del templo es una pagoda dorada que contiene una reliquia de Buda. La pagoda está rodeada de una variedad de estatuas y templos más pequeños que se pueden visitar. El plan nuestro era subir en Grab hasta el templo, visitarlo y después bajar de nuevo hasta Chiang Mai a través de una ruta de senderismo, pero los monzones tenían otros planes para nosotros, y la visita fue más fugaz de los esperado, además de cambiar el itinerario de vuelta ya que nos  tuvimos que conformar con volver a bajar en Grab.

Wat Phra Singh

El Wat Phra Singh es uno de los templos más antiguos y venerados de Chiang Mai. Fue construido en el siglo XIV durante el reinado del rey Pha Yu y ha sido renovado varias veces desde entonces. El templo es conocido por su magnífica arquitectura, especialmente su techo de múltiples niveles y su elegante sala de reuniones. El templo también alberga una estatua de Buda de oro macizo, conocida como Phra Buddha Sihing, que es muy venerada por los fieles tailandeses. El templo es una visita obligada para cualquiera que visite Chiang Mai y es especialmente interesante durante el Festival de Songkran, que se celebra en abril.

Wat Chedi Luang

El Wat Chedi Luang es un templo budista que se encuentra en el centro histórico de Chiang Mai. Fue construido en el siglo XIV y originalmente tenía una enorme estupa de 82 metros de altura, que se derrumbó parcialmente en un terremoto en el siglo XVI. A pesar de haber sufrido daños importantes, el templo sigue siendo impresionante y es una de las atracciones turísticas más populares de Chiang Mai. El templo alberga una variedad de estatuas de Buda y otros artefactos, incluyendo una impresionante réplica de la esmeralda del Buda.

La muralla y el centro histórico

La muralla de Chiang Mai fue construida en el siglo XIII por el rey Mengrai,  para proteger la ciudad de los invasores.

Con una altura de aproximadamente 10 metros y un ancho de 2 metros, la muralla de Chiang Mai tiene una longitud total de 1,9 kilómetros y cuenta con cuatro puertas principales: Tha Phae, Chiang Mai Gate, Suan Dok y Chiang Mai Corner. Estas puertas, con sus elaborados diseños y detalles arquitectónicos, son un testimonio del esplendor y la grandeza de la ciudad antigua de Chiang Mai.

A lo largo de los años, la muralla ha sufrido daños y restauraciones, pero sigue siendo un símbolo de la rica historia y la cultura de Tailandia. En la actualidad, la muralla es un lugar popular para caminar, pasear en bicicleta y explorar la ciudad antigua de Chiang Mai. Una tarde nos dedicamos a recorrer gran parte de ella, aunque en ocasiones, como suele ocurrir en las ciudades asiáticas, las aceras desaparecen o se tornan un poco complicadas para circular con el carrito de bebé, pero con un poco de pericia se puede pasar una tarde agradable 🙂

No olvides que suele hacer muucho calor y hay que ir parando de  cuando en cuando para hidratarse.

Dentro del centro histórico de Chiang Mai (de las murallas hacia dentro), además de los templos mencionados existen multitud de comercios y de opciones para probar la comida del norte de Tailandia.

Por cierto, si vas con peques, como nuestro caso, en el centro está el Suan Buak Park, que es un bonito parque que no tiene nada de especial, excepto que cuenta con columpios, un rara avis en nuestro viaje, ya que fue el único lugar en el que el pequeñajo puedo disfrutar de una tarde de juegos, no por nuestra falta de voluntad, sino porque en todo el recorrido fue el único que encontramos.

Doi Inthanon

Doi Inthanon es conocido por tener entre sus fronteras la mayor altura de Tailandia.

Decidimos visitar este conocido parque Nacional. Después de echar cuentas, alquilar un coche e ir por libre nos salía más caro que mediante una agencia, y como tampoco íbamos a estar allí mucho tiempo, decidimos contratar una excursión que nos costó en torno a 1500 bath los dos (el pequeñajo no paga).  Pero ojo, porque en Tailandia existe la costumbre de que los niños no pagan, pero después no cuentan con ellos para comer. Así que suma a esto la modesta cantidad de 80/100 bath aproximadamente que puede costar un plato con arroz con carne sin picante. Tampoco hagas del precio que nosotros pagamos tu punto de partida, ya que hay que tener en cuenta que cuando nosotros fuimos a Chiang Mai el turismo todavía no había remontado lo suficiente debido a la pandemia, y el turismo chino era inexistente (no les dejaban salir de sus fronteras aun) e imagino que cuando estén a tope de turistas subirán los precios sensiblemente.

Quien me conozca se extrañará de que viajemos en una excursión, pero es que algo me decía que iba a ver paisajes pero poca fauna, y así fue a posteriori, y para retratar paisajes no vi necesario hacer el desembolso extra que hubiera supuesto alquilar un coche.

La excursión consta de varias paradas, una de ellas en una bonita pero masificada cascada de cuyo nombre no me acuerdo, después se sube hasta lo más alto del parque, donde están ubicadas las dos pagodas. En este caso la tostada cayó del lado de la mantequilla, y no pudimos disfrutar de las vistas porque estaba lloviendo a mares y sólo se veían nubes. Las pagodas la verdad es que tampoco nos aportaron mucho, y nos limitamos a buscar cobijo para no mojarnos y poder pegar un bocado.

Después comienza un trekking (que fue lo que más nos gustó) que va desde lo alto de las pagodas y concluye en un poblado Karen (pero sin mujeres jirafa) en el que parecer ser que cultivan café y realizan artesanía que te ofrecen con mucho respeto y educación. Esta fue la parte de la excursión que más me gustó, por los paisajes maravillosos y las verdes terrazas de arrozales. Mientras recorría esta maravilla paisajística imaginaba lo que pudo ser un día este lugar, la cantidad de vida que habría y hoy es sólo un triste recuerdo. El caso es que fauna no vimos (como era previsible) pero si que vale la pena el paseo para fotografiar los arrozales.

A la pregunta de si volvería Doi Inthanon, la respuesta es que si me sobrara mucho  tiempo tal si, pero a sabiendas de  que no iba a ver fauna.

Masajes en Chiang Mai

Este es uno de los servicios más demandados en la capital del norte, y muchos son los que atraídos por la fama (y los precios económicos, por qué no decirlo) se acercan a un local de masajes en Chiang Mai. En nuestro caso, al ir con un peque, quisimos probar la experiencia y tuvimos que turnarnos. Después de hablar con viajeros que encontramos por el camino, elegimos un local en el que trabajan expresidiarias de las cárceles tailandesas, y que a modo de ONG realizan masajes que  tienen muy buena fama. El sitio es un poco más caro, pero es tan insignificante lo que se paga de más, que no consideramos ir a otro lugar. La experiencia fue muy grata y relajante, y mientras que Amanda se hizo el tradicional masaje tailandés, yo opté por uno de cabeza sólo. La verdad es que nos quedamos más a gusto que un arbusto 🙂

 

 

 

 

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