
Dudo mucho que exista en toda Tailandia un lugar con tanta biodiversidad como Khao Yai. Desde el mismo momento en que lo pisas, te das cuenta de que estás en un lugar especial, que goza de protección, y por ello la vida rebosa en el que posiblemente sea uno de los parques nacionales más bellos de Asia.
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Khao Yai: información general
A algo más de tres horas de Bangkok, dirección noreste, se encuentra este maravilloso Parque Nacional. Pese a lo que marque en el navegador, hay que tener en cuenta que si partes desde Bangkok, es muy posible que el tiempo que inviertas en llegar sea mucho mayor, ya que el tráfico en todas las salidas de la ciudad suele ser caótico.
Entrar al parque es sencillo, ya que sólo hay una carretera principal que corta el parque de norte a sur y alrededor de la que se ubican tanto el centro de visitantes como los posibles alojamientos y las distintas opciones (sendas y pequeñas carreteras) de recorrer el parque.
Cuando y cómo ir a Khao Yai
Este parque se puede visitar todo el año, pero en estación seca (febrero-mayo) es más fácil por diversos motivos:
-El estado de los senderos: Que en época húmeda o de monzones a menudo se encuentran embarrados, y se complica caminar por ellos.
-La lluvia: que generalmente suele ser en forma de chaparrones, pero que a veces se prolongan en el tiempo y hacen prácticamente imposible caminar por el parque. Además, cuando hay abundante lluvia, los animales tienden a cobijarse, por lo que es más difícil avistar fauna. Aun con todo, nosotros fuimos en época de monzones (agosto) y pudimos visitarlo pese al barro y los chaparrones. También te digo que a veces esta época se agradece porque refresca un poco el ambiente.
Básicamente existen dos formas de visitar el parque: En excursiones (que se pueden comprar en Bangkok, donde hay montones de agencias, sobre todo en zonas turísticas) o por libre, alquilando un coche, que es como lo hicimos nosotros. Hay alguna más, como la de una pareja que iba con una niña de la edad de nuestro hijo y lo visitaron haciendo autoestop, pero yo lo veo bastante más complicado.
Entrada a Khao Yai

La entrada a Khao Yai cuesta 400 bath por persona. El peque, que en aquel entonces tenía tres añitos, no pagó entrada.
Si vas a entrar y salir del parque, has de saber que cada vez que lo hagas hay que pagar los 400 bath, por lo que para estancias de más de un día recomiendo fehacientemente dormir dentro, ya que una vez allí, no hay que volver a pagar aunque la estancia sea de varios días.
Alojamiento en Khao Yai
Dentro del parque hay dos tipos de alojamiento: camping y cabañas. El camping es muy económico, pero si tienes que alquilar todo lo necesario al final el precio viene a ser el de las cabañas más o menos.
Las cabañas son bastante cómodas, y cuentan con baño privado y una buena cama, que no es poco en estos lares. Además tiene mosquiteras en todas las ventanas.
Comer en Khao Yai
La comida en el parque es muy básica. Frente al centro de visitantes hacen comidas, y además en los alrededores hay unos Tais que venden platos, pero no esperes gran cosa. Es comida de subsistencia. En las cercanías de las cabañas encontramos un humilde restaurante donde también dan meriendas, y digo meriendas porque si eres de España y estás acostumbrado a cenar a partir de las 21:00h. ten cuidado porque a esa hora está todo cerrado. Vas a tener que adaptarte al horario Tai por necesidad. Otra cosa a tener en cuenta si vas con peques, es que la variedad culinaria es muy escasa, así que no está de más llevar algo para ellos. Ah! para los muy cafeteros, en el mismo centro de visitantes hacen café decente y venden algo de bollería, lo cual se agradece por las mañanas y mucho!
¿Cuánto tiempo para ver Khao Yai? Objetivo elefante

Si eres amante de la naturaleza salvaje, lo menos que puedes estar en este parque son tres días. Si por mi hubiera sido me hubiera quedado allí una semana 🙂
Pero si vas apretado de tiempo, siempre puedes coger una excursión de un día desde Bangkok (no te preocupes, las venden por todas partes, sobre todo en zonas concurridas por turistas) en la que no vas a profundizar tanto como nosotros, pero al menos te harás una idea global del parque y verás mucha fauna.
Además de conocer el lugar y que el peque viera sus primeros monos, teníamos un objetivo primordial, que no era otro que conseguir ver elefantes asiáticos en su hábitat natural. De hecho, es algo que teníamos muy claro antes de llegar a Tailandia. O los veíamos así, o no los veríamos. Entiendo que cada cual es libre de hacer lo que quiera, pero cualquier experiencia que implique elefantes y humanos demasiado cerca, no me parece natural, y por tanto no lo íbamos a hacer.
Respecto a las experiencias de pasear junto a elefantes y acompañarles en el baño, evidentemente entre eso y montarlos y que sufran con nuestro peso hay un abismo, pero sigue sin cuadrarme. No entiendo como un elefante se deja bañar cual Dumbo, sabiendo las malas pulgas que en su entorno natural tiene estos animales.
Algún día me gustaría dedicar un post a este aspecto de turismo y de paso contar los contactos con machos salvajes que hemos tenido viajando por África, y como hemos tenido que salir dejando tierra de por medio en todas las ocasiones que esto ocurrió. No parece que estos paquidermos quisieran disfrutar de nuestra compañía, que nos bañáramos juntos en un rio y jugar con la trompita.
En fin, que tuvimos la suerte de encontrarnos un elefante precioso el segundo día, que si bien el avistamiento no dio para hacer fotos espectaculares ya que estaba comiendo entre la maraña de la selva y separados por un rio, al menos pudimos disfrutar de la grandiosidad de este impresionante animal en su entorno natural ¡Nos encantó! Y pudimos gritar: ¡Objetivo cumplido! 🙂
Equipamiento necesario para ir a Khao Yai

Si quieres ahorrarte el alquiler, y vas de viaje de fauna y parques nacionales, yo te recomendaría llevar tus propios bártulos de camping. Eso si, necesitas tiendas que quepan en una maleta, colchonetas pequeñas, etc, y facturarlo todo. Pero como comento en el post general de Tailandia, ya íbamos demasiado cargados y no podíamos permitirnos ese lujo.
También has de tener en cuenta que en Khao Yai no vas a poder comprar muchas cosas (sólo vimos una pequeña tienda) así que tienes que proveerte de pilas, linternas, gas o cualquier cosa que necesites antes de entrar.
Igual que con el apartado de la comida, no esperes encontrar nada en lo referente al cuidado del niño, compra todo lo que necesites antes de ir a Khao Yai.
Equipo fotográfico
Para la ocasión, llevé mi PENTAX K3II (por supuesto) el zoom 55-300 f:4-5.8 estanco de la misma marca, un 50mm f:1.8 fijo porque es el más ligero que tengo, y para pasear por las ciudades sin mucho peso me hizo su papel, y un SIGMA 10-20 f:3.5
El zoom o en su defecto un objetivo de focal larga, a mi juicio es imprescindible para este tipo de viajes. En ecosistemas de selva con tanta humedad, el 55-300mm es el que más utilizo por dos motivos: primero porque obviamente los animales no siempre están a la distancia perfecta, y tener un 300 mm ayuda bastante a la hora de capturarlos cuando están alejados, luego también porque es el único objetivo estanco que tengo, y créeme que esto en la selva no es ninguna tontería. En esto tengo experiencia, ya que rompí dos CANON en Costa Rica precisamente por ello, ya que ni los objetivos ni el cuerpo de estas cámaras EOS eran estancos.
Al angular le saqué mucho partido también para capturar paisajes, y el 50 me sirvió para las largas caminatas en núcleos urbanos con la cámara colgada al cuello.
Respecto al trípode, en este viaje fue el gran sacrificado, pero algo tenía que dejar en casa debido a nuestra forma de viajar con todo a cuestas. Aunque no es muy ortodoxo, me he licenciado en utilizar cualquier cosa para apoyar la cámara, sea tronco o piedra, y cuando disparaba desde el coche improvisé una «bean bag» que apoyaba en la ventanilla y sobre la que ponía el objetivo.
Quien sea muy meticuloso con su equipo seguro que se está echando las manos a la cabeza de ver como trato mi cámara, pero la realidad es que la tengo bastantes años y prefiero disfrutarla como lo hago aunque con ello se lleve algunas «cicatrices» de batalla. Al final, el día que cambie de equipo no me van a dar dos duros por ella, aunque esté impoluta.
Nuestra estancia con el peque
Pasamos tres noches en el parque. La experiencia fue maravillosa y desde luego que recomiendo a todo el mundo visitar esta joya de Asia. Además, dormir dentro del parque es bastante asequible y es aventura muy divertida como comprobaréis más abajo 🙂
La primera noche dormimos en un camping en el interior del parque para lo que tuvimos que alquilar todo lo necesario: tienda, sacos, colchonetas y almohadas (se puede alquilar en el mismo camping) .
El precio del alquiler sumado al del camping viene a ser similar al de coger una cabaña, pero la experiencia de camping en la jungla se debería vivir al menos una vez en la vida.
La noche de camping: ¡Snake, snake! y el puercoespín
Llegamos por la tarde a Khao Yai, y tras un breve recorrido en coche, admirando la multitud de fauna que se puede ver desde la misma carretera: monos, aves, ciervos y a veces con suerte hasta elefantes, fuimos al centro de visitantes, donde nos dieron la información necesaria para encontrar el camping y poder planear la excursión del día siguiente.
El camping es precioso. El entorno es inigualable, con un puente colgante sobre el río, con gigantescos varanos campando a sus anchas y multitud de ciervos pastando tranquilamente entre las tiendas. Para que te hagas una idea, es como un gran claro en la selva. Los servicios son bastante básicos, como corresponde a todos los camping que he estado en entornos tan salvajes como este, pero suficientes: baños, duchas y algún fregadero. Pero no esperes grandes comodidades, porque lo que realmente vale la pena es el entorno.
Entusiasmado como un niño pequeño, me dispuse a montar la tienda de alquiler, y me percaté de que tenía algún que otro agujerillo, y el tiempo amenazaba tormenta. Así que cogimos la tienda a peso y nos trasladamos a una zona techada en la que ya habían varias familias Tailandesas amantes de la naturaleza.
Como era de esperar, antes de que acabara el día comenzó a diluviar y la gente de alrededor nos copió la idea y vinieron corriendo a cobijarse tienda en ristre. Así, bajo el techado, nos apiñamos lo mejor que pudimos para pasar la noche lo más secos posible.
Aún no habíamos conciliado el sueño cuando escuchamos gritos de pavor en la tienda de al lado -¡¡Snake, snake!! -Gritaba una joven Danesa que viajaba sola por Asia.
Con mi inglés bastante chapurrero traté de calmarla, porque si de verdad había una serpiente dentro de su tienda, lo último que debía hacer es entrar en pánico, ya que entonces habría picadura segura.
Salí de la tienda para intentar ayudarla, y cuando me acerqué me preguntó que si veía la serpiente.
-¿Ver la serpiente? no, no veo ninguna serpiente, ¿pero no estaba dentro de la tienda?
La joven me dijo que tuviera cuidado (a buenas horas XD) que sintió una serpiente deslizarse, pero que era por debajo de la tienda, y pensó que estaba dentro. Así que tras echar un breve vistazo con la linterna, decidí que lo mejor era meterme otra vez en la tienda, no estuviera por allí cerca el bicho con ganas de picarle a un turista jejejeje. Aun me pregunto que habría podido hacer si de verdad la serpiente se hubiera colado en su tienda, o me la hubiera encontrado campando a sus anchas frente a la mía. En fin.
Todavía no había pasado ni una hora desde el momento snake, y ya estábamos dormidos. De repente un ruido fuerte al otro lado de la pared de tela, como una respiración intensa. Algo se estaba paseando entre las tiendas, y siguiendo el ruido lo escuché trastear unos metros frente a la nuestra. De nuevo cogí la linterna, a ver que clase de bicho me encontraba, y esta vez fue un puercoespín que había estado buscando comida y la encontró en la bolsa de unos incautos vecinos que la dejaron a su alcance.
Recordemos que en ciertos parques nacionales no es aconsejable guardar la comida ni los desperdicios cerca de la tienda, porque pueden atraer animales, pero esta pareja no se leyó ese capítulo del manual del aventurero, así que se quedaron sin barritas, sin pan de molde y sin no sé qué más.
Así, la noche pese a lo movidita, fue una experiencia maravillosa. ¿Y no es esto lo que buscamos cuando viajamos? Al día siguiente, apenas despuntaba el alba y la joven danesa y su tienda habían desaparecido. Supongo que ya había tenido su ración de selva para los próximos años jejejejee.
El resto de nuestra estancia, Amanda decidió que ya había tenido bastante contacto nocturno con la fauna y reservamos dos noches en una cabaña, que no mola tanto, pero no es plan de abusar, que bastante hace con acompañarme a todas mis aventurillas 🙂
Aunque en las cabañas no hay contacto tan directo con la fauna, siguen estando dentro del parque, y por las noches se escucha la selva y los miles de animales que la habitan. Además, tener un baño para ti solo no podemos negar que es un lujo, sobre todo cuando estás en un parque nacional de estas características.
Senderos en Khao Yai

Existen siete senderos de distinta longitud que se pueden recorrer a pie. En época de lluvia, al menos cinco de ellos son obligatorios con guía. Es decir, las autoridades del parque no te permiten circular por libre, y sólo quedan un par de recorridos cortos que puedes hacer sin tener que pagar.
Pero para ser sincero, después de hacer uno de los senderos largos, no recomiendo ir por libre porque es demasiado fácil perderse (al menos en época de lluvias) y pese a que me iba fijando, hubo un par de puntos en los que hubiera dudado mucho en caso de no ir acompañado. Además, el precio del guía tampoco es una fortuna (entre 700 y 1000 bath) y nos estuvo acompañando toda la mañana.
Sobre la distribución de dichos senderos, ninguno de ellos se interna demasiado en la selva, lo cual lejos de desilusionar me parece muy acertado. La gran extensión de territorio salvaje existente, favorece que la vida pueda desarrollarse con normalidad en el interior del parque, y por ello en estos montes se está volviendo a encontrar el tigre. Charlando con varios guías de montaña, me comentaron que el territorio del tigre comienza mínimo ocho kilómetros hacia dentro de la selva, bastante alejado de turistas e instalaciones. Ojalá que las medidas existentes sean suficientes para que pueda seguir desarrollándose este precioso animal y sea capaz de adaptarse a las continuas dificultades que se encuentra como la pérdida de hábitat o la imposibilidad de moverse de unas zonas naturales a otras, bien sea por encontrar carreteras, núcleos urbanos o en definitiva todos los obstáculos que el ser humano le va imponiendo para complicarle la existencia.
Estos son los siete senderos de los que te he hablado (información obtenida de la web oficial del parque y completada por nosotros) ¡Ah! Como verás, la mayoría empiezan y acaban en la carretera, pero esto tampoco es un gran problema, existe la costumbre de que los coches que circulan por el parque (que además deben ir despacio) recogen excursionistas que van en su misma dirección. Así que si no quieres caminar por el asfalto, saca un poco el dedo 🙂
Sendero uno: Cascada de Kong Kaew.
Distancia: 1,2 km – Sendero circular de un solo sentido que regresa al punto de inicio
Tiempo estimado de caminata: 45 mins – 1 hora
Guía de senderos : No es necesario
Punto de partida: Puente colgante detrás del Centro de visitantes
Punto final: puente colgante detrás del Centro de Visitantes en la Oficina del Parque Nacional.
Abierto todo el año.
Este es el sendero natural más corto y el más fácil de recorrer y por ende es el más concurrido, además de por lo mencionado también porque sale desde el mismo centro de visitantes. Es adecuado para personas de todas las edades. Bordea selva tropical alternando con bosque seco en excelente estado.
Sendero dos: Pha Kluai Mai Campground – Haew Suwat Waterfall
Distancia: sendero de ida de 3 km
Tiempo empleado: 2 horas
Guía de senderos : No es necesario
Punto de partida: Campamento Pha Kluai Mai
Punto final: Cascada Haew Suwat
Abierto todo el año
Este sendero natural une dos cascadas, siguiendo el arroyo Lam Ta Khong y alternando entre bosques de bambú y bosques secos a intervalos. Hay tramos que se complican mucho si vas con peques porque el barro hace que sea muy resbaladizo. Nosotros llevamos calzado de montaña, mochila porta bebés y bastones para ayudarnos, y mucha prudencia. El recorrido es bonito, pero vimos más vida en la ruta número cinco.
Sendero tres: Nong Phak Chi
Distancia: 4,2 km sendero de ida
Tiempo empleado: 2,5 – 3 horas
Guía de senderos: Obligatorio
Punto de inicio: A pie de carretera por el Km. 33 hito
Punto final: A pie de carretera por el Km. 35 hito, aproximadamente a 1 km de la Torre de Observación.
Este sendero natural destaca una variedad de diferentes tipos de bosques: bosque seco maduro, bosque secundario y pastizales. El sendero está sombreado por árboles altos a lo largo de su longitud.
Sendero cuatro: Dong Tiw – Sai Sorn Reservoir
Este sendero de un solo sentido conduce al embalse de Sai Sorn, un hermoso lugar para ver la puesta de sol. El sendero atraviesa bosque seco y secundario que es el hábitat del gibón. La temporada de lluvias trae una hermosa variedad de flores.
Distancia: 2,7 km. sendero de un solo sentido
Tiempo empleado 1,5 – 2 horas
Guía de senderos: Obligatorio
Punto de inicio: al costado de Thanarat Road, a unos 200 m del Centro de visitantes en el embalse de Sai Sorn.
Punto final: embalse de Sai Sorn.
Sendero cinco: Dong Tiw – Nong Phak Chi
Este sendero comienza en el mismo lugar que el Sendero No. 4. Es un sendero de estudio de la naturaleza que encuentra una diversidad de tipos de bosque, como bosque seco maduro, bosque secundario y pastizales, y alterna entre una cuenca plana y senderos empinados que suben y bajan colinas. Lo realizamos con guía y a mi juicio es imprescindible. El sendero se perdía en varios puntos y además hay que cruzar un río por encima de un tronco ¡Toda una aventura! Vimos mucha fauna: elefante, varios tipos de monitos, un jabalí, aves, ciervos.
Distancia: 5,5 km. sendero de un solo sentido
Tiempo empleado: 3 horas
Guía de senderos: Obligatorio
Punto de inicio: al costado de Thanarat Road, a unos 200 m del Centro de visitantes en el embalse de Sai Sorn.
Punto final: A pie de carretera por el Km. 35 hito, a aproximadamente 1 km de la torre de observación Nong Phak Chi
*Precaución: durante la temporada de lluvias, puede que no sea posible cruzar el arroyo Lam Ta Khlong. Cuando cruzamos nosotros, estaba bastante crecido, pero pudimos cruzarlo no sin vivir una aventurilla.
Abierto todo el año.
Sendero seis: Centro de visitantes – Cascada Haew Suwat
El bosque en el camino es a la vez selva tropical y bosque seco intercalados con arboledas de bambú. . Es un sendero desafiante con muchos giros y vueltas, y un sendero de alimentación para elefantes salvajes, por lo que la ruta puede ser confusa, y es por eso que es necesario contar con un guía de senderos experimentado.
Distancia: 8 km. sendero de un solo sentido
Tiempo empleado: 6 horas
Guía de senderos: Obligatorio
Punto de partida: Puente colgante detrás del Centro de visitantes
Punto final: Cascada Haew Suwat
*Precaución: este recorrido debe iniciarse antes de las 10:00. Preparar un almuerzo para llevar.
¡Ojo! Este sendero está cerrado del 1 de julio al 31 de agosto.
Sendero siete: Thai-American Friendship Trail
El último sendero del Parque Nacional Khao Yai celebra las largas y amistosas relaciones entre Tailandia y los EE. UU. Además de tener marcadores de la relación histórica, el sendero también sigue los estándares de los parques nacionales de EE. UU. a través del Acuerdo de Parques Hermanos para el Intercambio de Recursos y Conocimientos (SPARK). El sendero recorre diferentes zonas ecológicas como bosque seco, bosque secundario y pastizal.
Distancia: 2 km. sendero circular de un solo sentido que vuelve a su punto de partida
Tiempo empleado: 1,5 horas
¿Es necesario guía de senderos?: No
Punto de partida: Cresta del embalse de Sai Sorn
Punto final: Fin del embalse de Sai Sorn.
Safari nocturno
Por un módico precio, se puede contratar desde el centro de visitantes un safari nocturno (siempre que pernoctes en el parque). Nosotros probamos la experiencia, ya que circular por el parque de noche está prohibido.
Así, vinieron a recogernos con una camioneta a eso de las siete de la tarde, y provistos de linterna, cámara y ropa de abrigo (que por la noche puede refrescar y mucho a esa altura) y nos llevaron a dar un paseo por los distintos caminos y carreteras del parque. Pudimos ver un buho, una civeta, ciervos y un puercoespín, más algún otro animallo cuyo nombre se me escapa. Realmente vale la pena solo por ver Khao Yai por la noche.
Mi opinión sobre Khao Yai
Evidentemente en un sólo viaje no hemos podido recorrer los más de 100 parques nacionales de Tailandia, pero las opiniones que fui leyendo, junto con la experiencia que da el haber recorrido otros lugares del mundo, me llevaron a visitar este parque por olerme que sería uno de los que más sencillo sería avistar fauna. Y me da la impresión de que fuera de Khao Yai va a ser muy difícil encontrar un lugar con tanta variedad y cantidad de animales. Esto es debido a la especial protección que goza, quizá en parte por la cercanía a la capital, y otro poco no sé por qué, pero el hecho es que creo que no todos los parques nacionales se cuidan tanto como Khao Yai. Estos lugares no basta con declararlos y que salgan de verde más oscurito en google maps. Hay que invertir capital en protegerlos. Es descorazonador ver lugares como Doi Inthanon, donde ver animales es misión casi imposible. Y esto ocurre por la falta de protección, que ha llevado a la mayoría de especies al borde de la extinción, por el exceso de caza furtiva.
No quiero con estas líneas cargar contra las autoridades Tailandesas ni mucho menos. Aquí en España también tenemos lo nuestro, o si no que se lo digan al lobo, lince ibérico y al oso del cantábrico o de los pirineos.
Proteger este tipo de entornos tan excepcionales no corresponde a ningún gobierno, sino más bien a toda la humanidad. Una de las formas es darles visibilidad, que aquello que no se conoce no se puede amar. La otra, es ejerciendo turismo responsable, y si quieres visitar lugares como Khao Yai, que la única huella que dejes sea la de tus fotos en Instagram. Entiendo que un programa de turismo sostenible del que se obtengan beneficios, de modo que la única fuente de ingresos turística no sean las playas y las ciudades, ayudaría a una mejor conservación de este y otros parques.
Apuntes fotográficos
Lo primero que he de recomendarte es que lleves material estanco. Sé que es caro, pero siempre puedes hacer como yo y tirar de marcas más económicas. Si usas una cámara no estanca, cómprate una funda y llévala siempre dentro. En estos entornos con tanta humedad es fácil que una cámara convencional deje de funcionar, y te lo digo por experiencia.
Khao Yai es el lugar perfecto para fotografiar fauna asiática. Sólo tienes que tener un poco de paciencia. Recuerda tener siempre preparado tu zoom 😉
Si viajas en agosto como nosotros, verás cielos nubosos con claros alternos con los que puedes hacer fotos con cielos y luces. Lo malo, como ya sabrás, es que a veces llueve y mucho.
A nivel paisajes como fauna, la calificación que le doy a este Parque Nacional es de sobresaliente.
Conclusiones finales

Khao Yai nos deparó una gran sorpresa por lo bien conservado que está y la cantidad de fauna existente. Ojalá en el futuro sean muchos los parques como este, donde se puede disfrutar con toda la familia de uno de los ecosistemas más maravillosos del planeta.
Hasta que visité este parque, pensaba que no vería tanta fauna en un entorno de selva como en Corcovado (Costa Rica).Pero la verdad es que me llevé una grata sorpresa.
Sin duda, un imprescindible si viajas a Tailandia.